Hay quien prefiere descansar en alguna de los muchos pueblos de nuestra costa. Sueñan con llegar, reservar una parcelita donde quepa la toalla y la sombrilla, y no moverse hasta que la sed aprieta y se impone una cervecita en el chiringuito. También nos podemos decantar por la montaña: paseos tranquilos, descubrimiento de rincones, vivir la naturaleza en directo, apreciar las buenas vistas, en definitiva, bajar el ritmo y dejarse llevar. Entregarse a la "dolce far niente" es una opción, después de un, más que probable, duro año de trabajo.
Pero también hay quien decide seguir con ritmo, incluso en vacaciones, y se programa un viaje a cualquier lugar del mundo, para vivir experiencias, aventuras o simplemente conocer otros lugares, culturas, personas, el mundo. Incluso hay quien se "embarca" en uno de esos viajes que te permiten ver 10 países en 8 días, como describía el inolvidable Gila en uno de sus monólogos. Todas las opciones son lícitas. Lo importante es hacer lo que a una le apetezca y pasarlo bien.
Yo, tengo previsto pasar mis vacaciones en la playa, tomando el sol, bañándome en nuestro maravilloso mar Mediterráneo, pasando tiempo con la familia y los amigos, sin prisas, disfrutando de los paisajes, las puestas de sol, sin planificar excesivamente y dejándome llevar por lo que nos apetezca en cada momento.
Ahora, eso sí, siempre con estilo y cuidando la imagen. Estar en un entorno relajado, no implica descuidar el aspecto. Ya he mencionado en alguna ocasión que yo hago mía la frase de “antes muerta que sencilla”.
En mi caso, que voy a la playa, llenaré la maleta con bikinis y vestidos playeros, cómodos, prácticos y, sobre todo, que me favorezcan, como este que os muestro.
Bikini y vestido: Calzedonia
es un color precioso! y estoy contigo... odio ver a esas mujeres y hombres que parece que se acaban de levantar de una cama sin patas.... camisetas viejas acompañan a hawaianas de promoción... puag!
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