Cuando está puesto en la cama es práctico y decorativo, pero cuando hay que sacarlo, porque ya hace calor, ..... ¿Dónde lo metemos?
Nos interesa guardarlo de forma que ocupe el menor espacio posible, sin que se estropee ni ensucie. Normalmente cuando lo compramos incluye una funda y, hora que queremos guardarlo, durante los meses de calor, nos ayudará a protegerlo y mantenerlo en buenas condiciones.
Ahora biene lo bueno, ¿no? ¡Dios, donde estará esa dichosa funda!
Aconsejo que durante el invierno la funda se guarde doblada en el mismo lugar que las sábanas para evitar perderla.
¡Bien! la hemos encontrado.
Ahora tenemos dos opciones, guardar el edredón, tal cual, en un altillo o en la parte alta de un armario. Mejor en un sitio cerrado que lo preserve del polvo.
Yo decidí hacer un mueble especial en la habitación de los niños, pensando en los nórdicos y también en las fundas y sábanas. Es como una especie de arcón y hace de cabezal, resulta decorativo a la vez que muy capaz y útil.
Esta es sólo una idea, pero aún así este tipo de prendas, como las mantas u otras prendas de abrigo, abultan mucho. En el caso que queramos reducir el volumen de estas prendas, existen unas bolsas que permiten hacer el vacío con el aspirador y que reducen el volumen en un tercio, por lo menos.
Tenemos alternativas para que guardar nórdicos, edredones, mantas o prendas gruesas, ya no sea un problema de espacio. El espacio, ¡Ese bien tan preciado en todas las casas!